Características
físico-químicas
Se
trata de un cuarzo básico, al que la inclusión de moléculas de óxido de
selenio o titanio o, bien en contenido extra de átomos de silicio libres
atrapados en la retícula cristalina, le hacen adoptar una tonalidad amarronada
o grisácea, llegando casi hasta el negro, según la proporción de cada
compuesto. Si bien mantiene la forma básica de pirámide hexagonal, su
transparencia, de refracción policroica, va decreciendo a medida que aumentan
los compuestos en suspensión. Se extrae en el sur de Brasil, Suiza, Inglaterra,
Irlanda, Escocia, Sudáfrica y Madagascar, de donde proviene el más grande
conocido, bautizado como El Abuelo, con un peso de más de 140 kilogramos.
Propiedades
terapéuticas físicas, psíquicas y emocionales
Considerando
su color oscuro, la aplicación del cuarzo ahumado es más indicada sobre el
primer chakra, aunque colocándolo sobre las palmas de las manos, con los
extremos hacia fuera, actúa como un efectivo canalizador de energías negativas
hacia el exterior de los cuerpos sutiles. Su aplicación puede combinarse con la
de un cuarzo hialino de la siguiente forma: se sostiene durante algunos minutos
un cristal ahumado en cada mano, con los extremos hacia fuera del cuerpo, para
desalojar las energías nocivas. Luego, sosteniendo un cuarzo hialino con su
extremo apuntando hacia el chakra de la corona, se desplaza la punta de uno
ahumado a lo largo de todos los demás chakras, logrando de esta forma armonizar
el cuerpo físico con los cuerpos sutiles. El cuarzo ahumado representa el
inconsciente, la intuición y como tal purifica, y equilibra el cuerpo
emocional y mental con el físico, por lo que resulta ideal para los casos de
depresión, angustia, insomnio y fatiga mental. En terapias físicas, está
especialmente indicado para afecciones estomacales, intestinales y de las vías
urinarias. |