Características
físico-químicas
Es
el cuarzo en su estado más puro, totalmente incoloro, ya que carece de
impurezas o inclusiones que afecten su transparencia. Su índice de refracción
dicroica es extremadamente bajo, con doble refringencia orientada por un eje único,
lo que lo hace un excelente conductor y canalizador para todo tipo de energía.
Se lo encuentra en regiones montañosas y zonas aluvionales de todo el mundo, en
forma de cristales piramidales hexagonales, con frecuencia agrupados en drusas o
geodas y, técnicamente se aprovecha su vibración molecular hiperestable para
controlar la exactitud de circuitos electrónicos, como en relojes, timers,
dispositivos de activación y desactivación, etc.
Propiedades
terapéuticas físicas, psíquicas y emocionales
Las
seis caras trapezoidales de la estructura piramidal del cristal de roca se
asimilan con los seis chakras primarios, para luego fundirse, mediante seis tríadas perfectas, en un ápice común que simboliza el chakra de la corona, es
decir, el punto de unión del hombre con el Universo. A través de ese ápice,
el cristal puede canalizar la energía de la luz blanca que es la suma de
los siete colores cósmicos y distribuirla a lo largo de los cuerpos
sutiles, equilibrándolos y armonizándolos para contrarrestar cualquier otra
energía nociva que pueda tratar de irrumpir en el organismo. Esta característica
del cuarzo hialino lo convierte en el más versátil y útil de todos los
cristales, por lo que resulta muy buscado en gemoterapia, donde se puede
utilizar para curaciones de todo tipo, meditación, canalización energética,
generación, programación y reprogramación de otros cristales, comunicación y
protección personal y del hogar. En lo físico, el cuarzo hialino posee
poderosas propiedades terapéuticas, ya que atrae y canaliza la energía cósmica,
desbloqueando y activando la totalidad de los cuerpos sutiles, armonizándolos
entre sí y con el cuerpo físico, lo que significa la curación por
antonomasia: la desaparición de toda posibilidad de enfermedad. Dicho de otra
forma: si todos los procesos de la cristaloterapia surgen de las distintas
frecuencias armonizadoras del color y de la luz, al trabajar sincrónicamente
con todas las vibraciones posibles, podemos, no sólo estimular simultáneamente todos los centros curativos de nuestro organismo, sino algo más
importante aún: prevenirlo contra la irrupción de los agentes perjudiciales.
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